Cuando pensamos en el estado actual del mundo, posiblemente no podamos tener mas que pensamientos negativos sobre la manera en que se presenta el futuro. Esta forma de pensar no es enteramente culpa tuya pues lo que acostumbras a leer y escuchar es, en su gran mayoría, bastante desalentador.
Los reportajes periodísticos suelen inclinarse por las guerras, los escándalos de corrupción, los crímenes en masa, los desastres naturales, pero no ponen el mismo énfasis en las noticias buenas y alentadoras. Frecuentemente, los reporteros reciben codiciados premios gracias a las coberturas que hacen de los grandes desastres humanos.
La tragedia es el tema que masifica a la audiencia para un medio de comunicación y mientras más audiencia se tenga, mayor es la cantidad de dinero en juego, por lo que la lógica es muy sencilla: + Temor + Audiencia + Dinero.
Siempre hay algo malo de lo que enterarse. Difícilmente encenderás el televisor y encontrarás buenas noticias. Como siempre que vas a la carnicería hay carne, siempre que enciendas la televisión habrá una mala noticia, pues las malas noticias son el producto.
Los grandes medios de comunicación han notado que nuestro cerebro se encuentra programado para permanecer más alerta a las cosas que nos sitúan en peligro que a aquellas cosas que nos hacen felices. A esta región cerebral se le conoce como Complejo Reptiliano (o Complejo-R) y se encarga de regular elementos básicos de la supervivencia. Imagina que observas un hermoso tucán en las ramas de los árboles y de repente aparece una serpiente. La evolución nos ha enseñado que lo que merece más atención en este escenario para poder sobrevivir es la serpiente.